Es muy habitual que, dada la constante actividad de los hogares con fuentes que pueden ocasionar fuego, sea lamentablemente normal que se produzcan incendios en domicilios particulares de forma frecuente. Una cerilla, un cigarrillo, una vela, un mechero, una estufa antigua o una cocina a gas son algunos de los elementos que se tienen en los hogares y que pueden dar lugar a un incendio.
A veces el fuego hubiese quedado en un simple susto si se hubiera tenido a mano un extintor con el cual apagar las primeras llamas del fuego antes de que las llamas comenzasen a extenderse rápidamente, y de este modo evitar daños materiales e incluso personales importantes. El simple hecho de contar con un extintor puede ocasionar que los escasos minutos que tardan los bomberos en llegar a la vivienda el fuego haya calcinado tu hogar y el de algún que otro vecino colindante, gracias al uso de un extintor de calidad.
No existe nada más eficaz para mantener a raya el fuego que comprar extintor y situarlo en alguna zona de la casa estrategia, con buena accesibilidad y lejos de posibles fuentes de incendio que pueda provocar que no llegásemos a coger el extintor. Los extintores, como la mayor parte de cosas en esta vida, poseen una ‘fecha de caducidad’, una fecha en la cual su uso puede no ser eficaz, cuya función por el paso del tiempo y el desuso pueda quedar deteriora, por ello es aconsejable realizar el mantenimiento o bien cambios en los extintores del hogar cada X años para asegurarte que siempre estarán a pleno rendimiento para actuar en cualquier ocasión.
Generalmente los extintores más empleados son los extintores de polvo y los extintores de CO2, pudiendo encontrar entre los extintores domésticos más habituales desde los 2 kilos hasta 6 kilos. Por un precio realmente reducido podrá contarse en casa con una eficaz herramienta de seguridad para tu hogar y los miembros de tu familia.