Como todo mercado, el relacionado con el material de ortodoncista también es amplio y compuesto por diferentes marcas. Pero ya que se trata de la salud dental de una persona, no es recomendable que el ortodoncista priorice las ofertas sobre la calidad.
En algunos existe esta tentación, porque de esta forma pueden ganar dinero con una menor inversión. Así mismo, al comprar materiales económicos es posible ofrecer precios más accesibles a los pacientes y utilizar esto como una estrategia para alcanzar una mayor popularidad.
Esta forma de pensar puede ser válida si vendemos un servidor VPS, sábanas o cualquier otro producto. Pero en el área de la salud no es ni aconsejable ni ético, sacrificar el bienestar de la persona para lograr un mayor enriquecimiento.
En este sentido, la gama del material es indispensable para garantizar que el tratamiento de corrección cumplirá sus objetivos de la mejor forma posible. Esto implica, que los mismos deben estar caracterizados por una mayor duración, debido a que generalmente se requiere de meses o años para lograr un buen resultado.
Así mismo, es necesario pensar en la resistencia de estos, puesto que serán sometidos a mordeduras, presiones, entre otros, los cuales exigirán de ellos la más alta durabilidad. Lo mismo debe ser valorado con relación a la ergonomía.
Cuando el paciente es un niño
Así como los abogados tienen fama de tramposos, los ortodoncistas tiene la suya como causantes de los mayores dolores que un ser humano pueda experimentar en su vida. En ambos casos se trata de falsos mitos, pero en lo que respecta a la ortodoncia, el tipo de materiales seleccionados tiene mucho que ver con ello.
Los fabricantes y el ortodoncista, debe procurar pensar siempre en el paciente, especialmente cuando se trata de niños, porque si a un adulto un material puede causarle molestias, estas serían intolerables para un niño.
Acá es determinante que el ortodoncista se ponga en el lugar de ellos al momento de seleccionar tanto los materiales, como los aparatos. Muchos fabricantes lo hacen e incluyen en el diseño de sus productos versiones con colores atractivos para ellos, haciendo que sea más agradable su uso; queda de parte del profesional, adquirirlos.
Esta es una mejor estrategia en lugar de buscar equipos de menor calidad, porque los niños tienden a familiarizarse fácilmente con lo que les gusta o a rechazar enérgicamente lo que no, aunque se trate de algo que les convenga y los padres siempre optarán por un consultorio en donde ellos se sientan mejor.
Todos estos aspectos, han de ser tenidos en cuenta por el ortodoncista a la hora de elegir el material de trabajo, de ello dependerá el bienestar del paciente y su reputación como profesional.