Cuando los niños dan sus primeros pasos pueden reflejar anomalías presentes que a los padres se les dificulta detectar a simple vista. Para corregirlas adecuadamente se debe hacer primero un estudio de la pisada para niños.
Pero, cuáles son esos tipos de afecciones que se pueden hacer presentes en los niños en su etapa de crecimiento y cómo es que este examen ayuda a mejorarlas o incluso eliminarlas. A continuación lo veremos.
El estudio de la pisada ayuda a detectar
Pie plano
Uno de los problemas ortopédicos más comunes en los infantes es el pie plano. Inclusive, casi el 90 % nacen con ellos, pero a medida que pasa el tiempo se puede ver cómo el arco aparece.
Sin embargo, hay a quienes esto no les sucede y permanece la condición. Con el estudio de la pisada se puede determinar cuánto afecta el andar de los niños. Al no corregirse a tiempo puede causar problemas en la columna, tales como dolor o molestias al hacer deportes.
Torceduras de los pies hacia adentro
Hasta aproximadamente los 15 meses de nacidos los infantes suelen tener esta condición; lo que es normal, debido a la inmadurez de las partes del cuerpo. Cuando pasa ese periodo y se mantiene, es preciso hacer un estudio de la pisada para evitar males mayores con trastornos permanentes.
Doblamiento de las piernas
Las piernas suelen tener una curvatura natural, pero en algunos casos esta se vuelve excesiva, tal como la enfermedad de Blount. En muchas ocasiones se corrige naturalmente y en el caso de que no ocurra es ineludible hacer un estudio de la pisada y determinar la gravedad.
Andar cruzando las piernas en X
Esto se puede notar cuando las personas caminan. Por suerte, en la niñez es algo que se corrige con el crecimiento. El estudio de la pisada puede destacar los puntos de apoyo del pie y generar las posibles soluciones para esta afección.
Además de las mencionadas anteriormente, se encuentran el cargar peso sobre una zona específica del pie, tanto interna como externa. Siempre que se sospeche que un niño tenga alguna dificultad con su andar, se debe buscar el asesoramiento de un especialista en podología, quien haga los estudios pertinentes.